Los niños en la huerta

La jardinería es una actividad interactiva y atractiva que provoca a los niños aprender de los alimentos frescos y naturales así como a estar en contacto con la naturaleza.

Hoy en día, son cada vez más las escuelas donde se intenta familiarizar a los más pequeños con la huerta y su cuidado. En esta época los niños ya están de vacaciones y es un muy buen momento para seguir con las enseñanzas o de empezar a acercarles a ella. Será una actividad veraniega muy educativa y entretenida.

Si cuentan con una huerta es una buena opción empezar el proyecto desde el principio junto con los pequeños.

Con una pequeña extensión de tierra es suficiente y una terraza o balcón también puede ser un sitio perfecto. Con imaginación, seremos capaces de crear una huerta vertical ideal. Podremos reciclar, por ejemplo, botellas usadas para utilizarlas como tiestos.

Si las manualidades no son lo nuestro, encontraremos “mesas” que no ocupan un gran espacio para crear nuestro huerto en cualquier tienda de horticultura o jardinería o diferentes opciones ya fabricadas para nuestro huerto vertical.

Actualmente en el mercado también existen herramientas de jardinería apropiadas para niños evitando así cualquier peligro (regaderas, palas, cubos, guantes, rastrillos, carretillas…) e incluso kits de jardinería “mi primer huerto” para plantar y cuidar sus primeras plantas.

Una vez hayamos seleccionado nuestro espacio de trabajo, será momento de elegir nuestros cultivos. Al principio, es recomendable elegir productos que crezcan sin demasiados cuidados complicados, ya que, aunque nosotros estemos para echarles una mano, el trabajo y responsabilidad será de los niños. Una buena opción pueden ser las hortalizas o frutas que a ellos les guste comer, como pueden ser tomates o fresas. De este modo, verán sus esfuerzos recompensados al poder comerlos cuando los recojan. Las plantas aromáticas como la albahaca o el romero también son una buena elección, porque necesitan pocos cuidados.

Si queremos hacerlo más interesante, también se podrían ocupar de la tierra y el compost que utilicemos para los cultivos, creando una compostadora propia y enseñándoles así, como gestionar los residuos orgánicos que se crean en casa.

Como hemos apuntado antes, estas actividades serán muy constructivas y didácticas y transmitirán a los niños valores sobre lo que comemos, además de enseñarles la importancia de la responsabilidad y del cuidado ecológico y medioambiental.

Si optáis por llevar a cabo esta actividad veraniega, ¡nos encantaría poder ver vuestro huerto infantil! ¡Comparte con nosotros tus fotos!