Caracoles y babosas

Los caracoles y las babosas son una de las plagas más habituales y voraces. Por la noche se alimentan de hojas, flores y frutos. La diferencia entre unos y otros es que los caracoles tienen una concha en espiral que protege su cuerpo, mientras que las babosas no la tienen.

A la hora de tratar de combatirlos, es tan importante eliminar sus escondites y lugares húmedos, como retirar los que estén en nuestras plantas. De no llevar a acabo ambas acciones de manera simultánea es muy probable que nuestro problema persista en el tiempo.

En las primeras fases de ataque, es posible que no se detecte su presencia de forma directa, pero se observará como las hojas, flores y frutos aparecen agujereadas de manera irregular. Para verlos de forma directa, es preferible revisar las plantas de noche, cuando estos moluscos suelen salir. Identificar un ataque de caracoles o babosas, es fácil con sólo detectar los característicos rastros de mucosa brillante que dejan a su paso.

Para prevenir la aparición de esta molesta plaga es importante llevar a cabo las siguientes acciones:

• Reducir los lugares húmedos en los que estos moluscos puedan esconderse, tales como zonas con maleza y rocas u otros desperdicios.

• Si algún escondite no puede eliminarse (pozos, cercas, bordillos, travesaños…) eliminar manualmente y con regularidad los caracoles que allí se encuentren.

• Poner trampas distribuidas por las zonas con más presencia de caracoles, cambiándolas regularmente.

• Un buen manejo del riego, a ser posible mediante un sistema de riego por goteo y aplicándolos en las primeras o en las últimas horas del día.

• Introducir plantas aromáticas como el romero, la lavanda y la salvia, que los repelen.

• Rodear las plantas que se desean proteger con hilos o cintas de cobre, pues los caracoles y babosas no son capaces de cruzarlas.

Si a pesar de haber aplicado los anteriores consejos tus plantas siguen afectadas, las siguientes recomendaciones deberían ayudarte a deshacerte de estos moluscos:

• Eliminar manualmente los individuos que se encuentren sobre las plantas.

• Un remedio casero muy extendido es el de distribuir trampas con cerveza, pues estos animales se ven muy atraídos por ella. Pondremos recipientes semienterrados en la tierra, abiertos y llenos de cerveza, de forma que cuando vayan a beber, caigan dentro y podamos así retirarlos fácilmente.

• Repartir cebo molusquicida de forma regular sobre la zona afectada y siempre respetando las dosis indicadas por los fabricantes en los envases. Los más extendidos y eficaces son los compuestos por metaldehido.

• Regar antes de poner las trampas o cebos, así, se favorecerá que salgan los moluscos. La lluvia o el riego aplicado de forma directa sobre los cebos reducen su eficacia.

• Es preferible colocar las trampas al atardecer y en días cálidos, cuando caracoles y babosas están más activos.